Son las 12:45 del día. Para mí sigue siendo la mañana. Traigo una greña indiscutible. Me imagino una Gloria Trevi en los 2000, como en el video de Pelo Suelto.
Desde lejos escucho el sonido de una aspiradora que seguramente está acabando con el polvo que diariamente se acumula en mi cuarto a causa de todas las cosas tiradas en el suelo. Muevo las piernas cruzadas, mientras volteo a ver hacia la venta. El parque está lleno de niños que por alguna razón faltaron a clases. Las hojas de los árboles están verdes y el cielo, como siempre, está gris. Creo que comienzo a entender por que lo veo gris todo el tiempo. Pues las cortinas blancas y translucidas están grises por el polvo de una ciudad contaminada. Me toco el cabello: está suave.
Hace un rato salí por un jugo de papaya y naranja con el joven de la esquina. Nunca pido fresa, pues con eso de las enfermedades que te pueden ocasionar las fresas sucias, les tengo miedo. Cuando era chiquita siempre tenía amibas… No sé de donde las sacaba, pero cada mes me enfermaba del estómago y era cuando mi papá me llevaba a hacerme análisis en donde cercioraban mi enfermedad. Aun con esas experiencias seguía comiendo en la calle. En esa época comía carne roja así que siempre íbamos por tacos y yo no tenía problema alguno en comer en un puesto callejero. Ahora no como ni carne ni pollo; así que no me enfermo mucho del estómago. Pero lo que nunca he podido dejar de consumir en la calle son los jugos y las zanahorias y pepinos del señor que pasa todos los días enfrente de mi casa.
Realmente no sé por qué estoy hablando de eso… Es muy íntimo ese tema. Sin embargo la verdadera intimidad la he dejado relucir en este blog cuando hablo de ella, y de él… Tal vez es una buena terapia.
Seguiré escribiendo.
Después de una buen baño caliente con jabón de caramelo y shampoo de perla estoy frente a la computadora escribiendo lo que se me viene a la cabeza. Anoche no pude dormir. Después de cenar con ellos, cruzamos por el parque y vimos unos 20 niños jugando y gritando por todos lados. Una vez que estaba en mi cama los escuchaba tan cerca que lo único que quería hacer era sacar la cabeza por la ventana y gritarles hasta de lo que se iban a morir. Pero no lo hice. En primera, son todavía muy jóvenes como para acercarse a la muerte y en segunda, soy todavía muy joven como para acercarme a la edad en dónde te ven como una vieja gruñona que vive sola y que no tiene a nadie con quien desquitarse. Los dejé jugar. Así me hubiera gustado a mí cuando era pequeña. En fin… aparte de los gritos, no podía dormir, pues intentaba crear una nueva escenografía para este jueves. Nada me vino a la cabeza. Pensaba:
“Tengo las telas rojas, peor no tengo imaginación… No quiero hacer nada”
Todo el fin de semana fue tan fuera de lo común, que el domingo por la noche me sentía como un turista en un país lejos de casa. Para ser sincera tenía un poco de asco… Lo único que quería hacer era meterme a una alberca de agua helada en la azotea de un edificio alto en Japón. Curiosamente había soñado tanto viernes como sábado con grandes platillos de sushi de diferentes colores en una recepción lujosa. Igual de curioso? En media hora iré a comer sushi al centro con el esposo de mi mamá. Algo aún más curioso? El viernes lo único que comí fue sushi… en una recepción en Coyoacán.
Y para terminar con broche de oro??? Lo curioso está en la casa!!! El sábado comí sushi de $15 del tamaño de un pin con B. Sin embargo me siento con todas las ganas de comer sushi en esta tarde grisácea.
No se asusten con lo que leen...
Bienvenidos muchachos y muchachas!!
lunes, 28 de mayo de 2007
viernes, 25 de mayo de 2007
Blackout again
Querido P…
En un bol, mezclo zanahorias con salsa soya, 3 limones y chile tajín. Traigo unos shorts verdes que K me regalo y una playera blanca de Quiero Club. Antes estaba !!! (chk chk chk) y ahora se escucha 2Raumwohnung…
Me chupo el dedo gordito y el que le sigue para quitarme la salsa de las zanahorias y poder escribir. Mastico una zanahoria que hace que mi boca parezca estar repleta como cuando muerdas un gran cacho de hamburguesa y ya no te entra en la boca. Por la ventana se ve el cielo gris; ha estado lloviendo todo el día y el tráfico está tremendo. Lo bueno es que estamos en casa y aquí todo está tranquilo.
Hace rato tuve un sueño. En realidad estaba despierta así que sería un day dream… Me vi en un exceso total… Me vi en Nueva York, en uno de los top spots del momento cantando y bailando… Frente a mi, un público vago… Un público que no estaba prestando atención. Yo, vestida de rojo me movía de lado a lado, deslizándome por el escenario. Con la euforia adentro gritaba y veía a la gente. Un bit consecutivo y veloz me guiaba.
Ahora me tomaré una cerveza. Como me encantaría tomarme una Guinness en un pub de Edimburgo o Glasglow, como aquel verano que estuve por allá. Recuerdo cuando nos la servían, que caía como un fudge de caramelo oscuro y hasta arriba de hacia una capa de espuma que simulaba mantequilla. Pero me conformo con la que me estoy tomando en este momento. Está fría y tiene muy buen color. Se derrite en mi boca. Me toco el cabello: está suave. Otro trago de cerveza y listo: continúo.
He decidido que cantaré hasta el final de mis días. Hasta mi último respiro y el último latido de mi corazón. Aunque me quedara muda cantaría. Y la melodía se escucharía en el aire. Recuerdo la primera vez que mi papá me hizo cantar. Ibamos en un camión hacia nuestro departamento en la Zona Rosa. Ese que estaba enfrente de un 7eleven. Regresábamos de la escuela y tenía 7 u 8 años. Antes de eso yo cantaba en el baño cuando nadie me escuchaba. Repetía lo que mi hermana cantaba del coro. Recuerdo el Tecolote. Era tan simple es canción, sin embargo para mí era grande.
Entonces aquel día en el camión mi papá sacó una partitura y me hizo cantar. Lo había logrado. Era el principio y hasta el final. Una canción en francés que hablaba sobre un animal, una canción melancólica, había sido mi primer hazaña y lo había logrado.
Iré a comer algo y ahora volveré. K me espera en la mesa.
British Sea Power; eso está puesto ahora. Un trago más de cerveza y vuelvo.
En fin. Hace unos días renuncié a lo de la heladería por que no soy de allí. El primer día super!! Pero para el segundo estuvo espantoso!!! Me pusieron a lavar baños… No estoy dispuesta a lavar baños que no sean mios. Me dio asco y aparte me había regañado por una galleta perdida. Caray… lo que hace el dinero.
Renuncié por que todas las horas que estaba allí, en lo único en que pensaba era en cantar. Me valía estar haciendo una malteada o sacando un helado. Solo quería cantar. Así que eso hice. Renuncié para seguir cantando… Hice lo que tenía que hacer.
(Ya hasta se me quitó el gusto del helado…)
Otro trago de cerveza.
Quiero volver a estar arriba de un escenario… o más bien cantando junto a ellos. L adrenalina que me ocupa cuando canto me encanta. A veces me lastima pero al final es lo que más quiero.
K está atrás de mi, dormido y roncando. Yo mientras e tomo otro trago de cerveza. Volteo y veo su maleta roja en el brazo. Otro trago de cerveza. Y me pongo a recordar. Me rasco el lado derecho de la cabeza y me dan ganas de llorar.
Quiero, quiero, quiero…
Volver a LA en navidad
Volver hacia atrás
Recordar muy bien el pasado
Oler el pasado
Ver el pasado
Llorar el pasado
Olvidar el pasado
No olvidar el pasado
Estirar mis brazos y cerrar los ojos
Otro trago de cerveza
Otro trago de cerveza
Verlo a él
Volver a la casa de B..
Volver a ser pequeña
Volver
Volver
Bailar un poco
Cantar
Llorar
Volver al pasado
Ir al futuro
Saltarme todo lo que viene
Llorar
Olvidar
Lloro mientras escribo…. Mientras duerme y mientras suena la música. No quiero dejar a nadie caer… No puedo dejar que me vea llorar… Así que me trago las lágrimas… Desde hace días lo quería hacer… Como cuando era pequeña… Y lloraba mientras nadie me veía…
Suena la alarma y él se despierta. Yo simulo que nada sucede. Apago la alarma y le digo que en 5 lo despierto. Solo quiero seguir llorando hasta mi último respiro… hasta el último respiro de mi corazón…
Iré por más cerveza y me meteré a bañar mientras él duerme. Quisiera volver a LA… Con L…. Como cuando era pequeña y quería perderme…
Seguiré cantando hasta el final.
Denise
En un bol, mezclo zanahorias con salsa soya, 3 limones y chile tajín. Traigo unos shorts verdes que K me regalo y una playera blanca de Quiero Club. Antes estaba !!! (chk chk chk) y ahora se escucha 2Raumwohnung…
Me chupo el dedo gordito y el que le sigue para quitarme la salsa de las zanahorias y poder escribir. Mastico una zanahoria que hace que mi boca parezca estar repleta como cuando muerdas un gran cacho de hamburguesa y ya no te entra en la boca. Por la ventana se ve el cielo gris; ha estado lloviendo todo el día y el tráfico está tremendo. Lo bueno es que estamos en casa y aquí todo está tranquilo.
Hace rato tuve un sueño. En realidad estaba despierta así que sería un day dream… Me vi en un exceso total… Me vi en Nueva York, en uno de los top spots del momento cantando y bailando… Frente a mi, un público vago… Un público que no estaba prestando atención. Yo, vestida de rojo me movía de lado a lado, deslizándome por el escenario. Con la euforia adentro gritaba y veía a la gente. Un bit consecutivo y veloz me guiaba.
Ahora me tomaré una cerveza. Como me encantaría tomarme una Guinness en un pub de Edimburgo o Glasglow, como aquel verano que estuve por allá. Recuerdo cuando nos la servían, que caía como un fudge de caramelo oscuro y hasta arriba de hacia una capa de espuma que simulaba mantequilla. Pero me conformo con la que me estoy tomando en este momento. Está fría y tiene muy buen color. Se derrite en mi boca. Me toco el cabello: está suave. Otro trago de cerveza y listo: continúo.
He decidido que cantaré hasta el final de mis días. Hasta mi último respiro y el último latido de mi corazón. Aunque me quedara muda cantaría. Y la melodía se escucharía en el aire. Recuerdo la primera vez que mi papá me hizo cantar. Ibamos en un camión hacia nuestro departamento en la Zona Rosa. Ese que estaba enfrente de un 7eleven. Regresábamos de la escuela y tenía 7 u 8 años. Antes de eso yo cantaba en el baño cuando nadie me escuchaba. Repetía lo que mi hermana cantaba del coro. Recuerdo el Tecolote. Era tan simple es canción, sin embargo para mí era grande.
Entonces aquel día en el camión mi papá sacó una partitura y me hizo cantar. Lo había logrado. Era el principio y hasta el final. Una canción en francés que hablaba sobre un animal, una canción melancólica, había sido mi primer hazaña y lo había logrado.
Iré a comer algo y ahora volveré. K me espera en la mesa.
British Sea Power; eso está puesto ahora. Un trago más de cerveza y vuelvo.
En fin. Hace unos días renuncié a lo de la heladería por que no soy de allí. El primer día super!! Pero para el segundo estuvo espantoso!!! Me pusieron a lavar baños… No estoy dispuesta a lavar baños que no sean mios. Me dio asco y aparte me había regañado por una galleta perdida. Caray… lo que hace el dinero.
Renuncié por que todas las horas que estaba allí, en lo único en que pensaba era en cantar. Me valía estar haciendo una malteada o sacando un helado. Solo quería cantar. Así que eso hice. Renuncié para seguir cantando… Hice lo que tenía que hacer.
(Ya hasta se me quitó el gusto del helado…)
Otro trago de cerveza.
Quiero volver a estar arriba de un escenario… o más bien cantando junto a ellos. L adrenalina que me ocupa cuando canto me encanta. A veces me lastima pero al final es lo que más quiero.
K está atrás de mi, dormido y roncando. Yo mientras e tomo otro trago de cerveza. Volteo y veo su maleta roja en el brazo. Otro trago de cerveza. Y me pongo a recordar. Me rasco el lado derecho de la cabeza y me dan ganas de llorar.
Quiero, quiero, quiero…
Volver a LA en navidad
Volver hacia atrás
Recordar muy bien el pasado
Oler el pasado
Ver el pasado
Llorar el pasado
Olvidar el pasado
No olvidar el pasado
Estirar mis brazos y cerrar los ojos
Otro trago de cerveza
Otro trago de cerveza
Verlo a él
Volver a la casa de B..
Volver a ser pequeña
Volver
Volver
Bailar un poco
Cantar
Llorar
Volver al pasado
Ir al futuro
Saltarme todo lo que viene
Llorar
Olvidar
Lloro mientras escribo…. Mientras duerme y mientras suena la música. No quiero dejar a nadie caer… No puedo dejar que me vea llorar… Así que me trago las lágrimas… Desde hace días lo quería hacer… Como cuando era pequeña… Y lloraba mientras nadie me veía…
Suena la alarma y él se despierta. Yo simulo que nada sucede. Apago la alarma y le digo que en 5 lo despierto. Solo quiero seguir llorando hasta mi último respiro… hasta el último respiro de mi corazón…
Iré por más cerveza y me meteré a bañar mientras él duerme. Quisiera volver a LA… Con L…. Como cuando era pequeña y quería perderme…
Seguiré cantando hasta el final.
Denise
domingo, 13 de mayo de 2007
Un licor amargo.
El jueves, siendo el día de las madres, la invitamos a comer a la casa. Entre D y yo le hicimos de comer nuestras especialidades: pescado y zetas.
D invitó a Lima Limón, que después de un viaje a Chiapas, se volvieron tan cómpas que ahora se hacen llamar los hermanos Pacheco. Tal vez si me apuro me pueda unir a su clan. Aunque ella y yo ya conformamos las AlcoliQueenSisters.
En la mesa redonda nos sentamos los cuatro, cada quien con una copa de vino. Ella, enfocada como siempre en su comida, solo escuchaba nuestra plática de juveniles exaltados. Solamente levantaba la cabeza para pedir que le sirviera más vino o para que le pasara el aderezo para la ensalada. Nosotros nos reíamos con cualquier historia y ella solo seguía comiendo. Cuando terminamos, ella me pidió que sacara un poco de esa crema de licor barata que lleva 2 meses guardada. D hizo café y yo serví el licor con unos hielos para que la enfriara. Reíamos.
Uno, dos, tres tragos y seguíamos riendo aún más exaltados.
Una vez que dieron las 5:00, ella dijo que era hora de que la lleváramos al dentista. Solo dejamos todo en orden y salimos hacia Polanco. Dieron las 5:30 en punto y ella bajaba del coche, justo a tiempo para su cita.
Me despedí de ella. “You’re a doll…”
No la había visto desde el jueves. Pero hoy llegó a las 2:00 para comer con nosotras. Trae puesto un saquito rojo, con pantalones azul marino y grandes anillos redondos y de los mismos colores. Siempre se ve bien. Sin embargo, en cuanto la vi, la noté triste. Traía dos rosas que le dieron en CC por el día de las madres. Llegó suspirando y arrastrando el paso mientras J le cargaba su bolsa. Se veía triste. She was sad.
Me dijo que Reforma estaba cerrado en la mañana y que por eso había llegado tarde a CC. Me dijo que todo estaba arruinado. Me dijo que no le habían dado una rosa y que se había enojado, pero que P fue a comprarle una al puesto de flores que está cerca. Creo que se siente sola.
J se tuvo que ir, así que nos quedamos él y yo con ella. Como se veía cansada le dije que se acostara en el cuarto de D, pero me dijo que lo haría después de tomarse algo frío. Busqué alguna bebida que le gustaría pero lo único que encontré fue leche y agua. C fue a la tienda por una cerveza y regresó con 4. Se la destapé, y se la di.
Hace rato D la despertó por que ya estaba lista la comida. Arrastrando el paso se sentó en la mesa y empezó a comer la pizzeta de vegetales improvisada por nosotras, a causa de la falta de variedad alimenticia de esta semana. Comimos en silencio, escuchando Nick Drake. Como siempre me preguntó: “Is that man in drugs, Denise?”
A lo que respondí con el mismo: “No, he´s not Frankie!”
Ahora se encuentra en la sala, leyendo el Miami Herald, mientras llueve como tormenta y la ciudad se ve gris. Está puesto algo de ópera y la casa entera está oscura. Tengo aproximadamente 1 hora para estar con ella; a las 7:00 llega C de Paris, así que iré a recogerla. Me he estado mordiendo las uñas todo el día. Me siento triste por que ella se ve triste. Y cuando me regaló los aretes, hace ratito, quise llorar pero me aguanté. No sé cuando lloraré por ella…
D invitó a Lima Limón, que después de un viaje a Chiapas, se volvieron tan cómpas que ahora se hacen llamar los hermanos Pacheco. Tal vez si me apuro me pueda unir a su clan. Aunque ella y yo ya conformamos las AlcoliQueenSisters.
En la mesa redonda nos sentamos los cuatro, cada quien con una copa de vino. Ella, enfocada como siempre en su comida, solo escuchaba nuestra plática de juveniles exaltados. Solamente levantaba la cabeza para pedir que le sirviera más vino o para que le pasara el aderezo para la ensalada. Nosotros nos reíamos con cualquier historia y ella solo seguía comiendo. Cuando terminamos, ella me pidió que sacara un poco de esa crema de licor barata que lleva 2 meses guardada. D hizo café y yo serví el licor con unos hielos para que la enfriara. Reíamos.
Uno, dos, tres tragos y seguíamos riendo aún más exaltados.
Una vez que dieron las 5:00, ella dijo que era hora de que la lleváramos al dentista. Solo dejamos todo en orden y salimos hacia Polanco. Dieron las 5:30 en punto y ella bajaba del coche, justo a tiempo para su cita.
Me despedí de ella. “You’re a doll…”
No la había visto desde el jueves. Pero hoy llegó a las 2:00 para comer con nosotras. Trae puesto un saquito rojo, con pantalones azul marino y grandes anillos redondos y de los mismos colores. Siempre se ve bien. Sin embargo, en cuanto la vi, la noté triste. Traía dos rosas que le dieron en CC por el día de las madres. Llegó suspirando y arrastrando el paso mientras J le cargaba su bolsa. Se veía triste. She was sad.
Me dijo que Reforma estaba cerrado en la mañana y que por eso había llegado tarde a CC. Me dijo que todo estaba arruinado. Me dijo que no le habían dado una rosa y que se había enojado, pero que P fue a comprarle una al puesto de flores que está cerca. Creo que se siente sola.
J se tuvo que ir, así que nos quedamos él y yo con ella. Como se veía cansada le dije que se acostara en el cuarto de D, pero me dijo que lo haría después de tomarse algo frío. Busqué alguna bebida que le gustaría pero lo único que encontré fue leche y agua. C fue a la tienda por una cerveza y regresó con 4. Se la destapé, y se la di.
Hace rato D la despertó por que ya estaba lista la comida. Arrastrando el paso se sentó en la mesa y empezó a comer la pizzeta de vegetales improvisada por nosotras, a causa de la falta de variedad alimenticia de esta semana. Comimos en silencio, escuchando Nick Drake. Como siempre me preguntó: “Is that man in drugs, Denise?”
A lo que respondí con el mismo: “No, he´s not Frankie!”
Ahora se encuentra en la sala, leyendo el Miami Herald, mientras llueve como tormenta y la ciudad se ve gris. Está puesto algo de ópera y la casa entera está oscura. Tengo aproximadamente 1 hora para estar con ella; a las 7:00 llega C de Paris, así que iré a recogerla. Me he estado mordiendo las uñas todo el día. Me siento triste por que ella se ve triste. Y cuando me regaló los aretes, hace ratito, quise llorar pero me aguanté. No sé cuando lloraré por ella…
viernes, 4 de mayo de 2007
Abre y cierra. Qué ves?
Ayer sucedió algo terrible… Algo que nunca esperas que te pase….
Unas cuantas papas a la francesa, una rica bebida, y un chitchat con los compas en una de las colonias más cotizadas de la ciudad.
Siempre traemos cosas valiosas con nosotros, pues siendo habitantes de esta era moderna, nunca podemos salir sin nuestros aparatos costosos que en sí son como nuestra vida. Tratas de hacer algo con todo eso… Un estilo de vida?? No… Una vida, pues es lo que nos gusta hacer… De eso vivimos.
Sales a la calle y entre un cotorreo de despedida te das cuenta de que ya no están. Se los han llevado. Se han llevado todo, dejándote con una rabia interna y una lágrima que no quieres demostrar.
Pánico! Pánico! Entras en PÁNICO!
Los primeros segundos son irreales. No entiendes que sucede. Tal vez te quedaste dormido en la mesa del bar o te lo estás imaginando mientras esperas la cuenta de la noche.
Sin embargo, te cuesta entender lo que acabas de descubrir. Todo se ve limpio por fuera pero por dentro ha sido escenario de un ultraje.
Lo abres, observas el vacío y lo vuelves a cerrar. Como si por arte de magia volverán a aparecer. Esa segunda vez que lo abres entiendes lo que sucede, aunque aún no sabes si es un sueño o es real.
Coraje! Coraje! Qué coraje…! El día había terminado perfectamente. Había sido una noche agradable y todo se terminó en solo un abrir y cerrar de ojos: un sabor amargo…
Hoy me siento extraña. Como si con lo que se llevaron se hubieran llevado algo de mí...
Unas cuantas papas a la francesa, una rica bebida, y un chitchat con los compas en una de las colonias más cotizadas de la ciudad.
Siempre traemos cosas valiosas con nosotros, pues siendo habitantes de esta era moderna, nunca podemos salir sin nuestros aparatos costosos que en sí son como nuestra vida. Tratas de hacer algo con todo eso… Un estilo de vida?? No… Una vida, pues es lo que nos gusta hacer… De eso vivimos.
Sales a la calle y entre un cotorreo de despedida te das cuenta de que ya no están. Se los han llevado. Se han llevado todo, dejándote con una rabia interna y una lágrima que no quieres demostrar.
Pánico! Pánico! Entras en PÁNICO!
Los primeros segundos son irreales. No entiendes que sucede. Tal vez te quedaste dormido en la mesa del bar o te lo estás imaginando mientras esperas la cuenta de la noche.
Sin embargo, te cuesta entender lo que acabas de descubrir. Todo se ve limpio por fuera pero por dentro ha sido escenario de un ultraje.
Lo abres, observas el vacío y lo vuelves a cerrar. Como si por arte de magia volverán a aparecer. Esa segunda vez que lo abres entiendes lo que sucede, aunque aún no sabes si es un sueño o es real.
Coraje! Coraje! Qué coraje…! El día había terminado perfectamente. Había sido una noche agradable y todo se terminó en solo un abrir y cerrar de ojos: un sabor amargo…
Hoy me siento extraña. Como si con lo que se llevaron se hubieran llevado algo de mí...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)