Cruzando el desierto en busqueda de algo...

Estuve caminando por dos colonias de la ciudad: la roma y la condesa. Caminé a paso rápido, pues mi tarea era buscar una película para alguien que le urgía conseguirla. Así que me dirigí hacia los diferentes cineclubs que conozco de la zona. El primero que sorprendí fue el famosísimo y único Blockbuster de Álvaro Obregón y Monterrey. Aunque soy miembro de este, no suelo rentar películas allí, pues su variedad no es nada amplia y sus gustos no son de mi agrado… En fin, no voy a decir más pues seguramente a mis vecinos les encanta el Blockbuster más cercano a nuestra casa.
Sin embargo dije, antes de encaminarme hacia Insurgentes: “Let´s give it a try!... Está de paso… Y por ahí me doy un taco de ojo en el restó de la esquina, El Delirio.”
No como carne ni pollo pero siempre es un placer ver como rebanan los quesos y sirven grandes copas de vino a la clientela que se sienta afuera para comer por ahi de las 2 de la tarde.
Al llegar a mi primer destino empujé una puerta dura de cristal que al abrir completamente hizo sonar una campanita e inmediatamente los que trabajaban allí me dijeron: “Bienvenida a Blochbuster!!!”… Caray hasta el poli lo dijo. Debo admitir que si me reí y les sonreí para que supieran que fue una gran sorpresa. Que excelente personal tienen allí! Los felicito! Me sentí como cuando regresas de un largo viaje y al abrir la puerta de tu casa te topas con tu abuela, sentada en el sillón grande, con una copita en la mano y las dulces palabras “Welcome back dear…”.
Para no alargar esto, pues no, no tenían la película que estaba buscando. Seguí caminando en dirección Condesa para ir al cineclub en el cual sí rento películas. Mi paso era igual de rápido. Con la música mi cuerpo se sentía tan ligero, así como cuando estás en el aeropuerto y te subes a las escaleras eléctricas planas. Sí! Esas que no son escaleras pero que todos les llaman así. Son planas y te llevan de un lado a otro en exactamente 5 segundos. Me pregunto si tendrán nombre…?
Una vez que a lo lejos apareció el señalamiento del cineclub, sentí la gloria en mis ojos. (Aún no sé si eso existe o no… pero eso siento cuando estoy caminando bajo el sol que arde, en una ciudad de euforia, y a lo lejos veo mi destino. Sea este mi casa, el restó al que debo ir, o simplemente cuando quedo de ver a alguien en algún punto de la ciudad.).
Muy segura, subí los 4 escalones y me postré enfrente del chico “rudote” que te dice tu saldo de rentas.
“Hola! Tienes S….?”
Moviendo la cabeza de lado a lado entendí que no! No la tenían allí! Tanto caminar en el desierto de la ciudad para nada!
“Qué caray verdad??” le dije. Y él solo bajó la mirada y siguió viendo la pantalla de su lap top. Apuesto a que estaba viendo su myspace mientras conversaba con sus cuates por el Messenger. Podríamos ser amigos… Se lo propondré la próxima vez que vaya… (Qué caray verdad?)
En fin….
Ya que estaba allí decidí que una buena película no me caería nada mal para esta tarde calurosa. Entre tantas películas me dirigí al puesto de Jean Luc Godard y renté Une femme est une femme…
Cuando volví a la caja con aquel chico “rudote”, me dijo:
“Creo que la puedes encontrar con unos cuates que tienen un bar sobre monterrey… Se llama El Under… Esa peli, (nótese su forma de decir película….. He mencionado que era un chico “rudote”???), la pasaron allí hace unos días y tal vez te la pueden prestar.”
Salí corriendo hacia Monterrey en busca de aquel bar de tres pisos, en una casa blanca y vieja de la colonia Roma. En el camino me paré en una galería de unas hermanas gemelas y ARTISTAS!!! Qué caray verdad? Mencioné que son españolas??
Gran paquete aquel: 4 cualidades por el precio de 2….
Galerìa Pecanins! Asì se llama. Y las hermanas también. Al contar esto me acuerdo del amigo de Julio, el fantástico e increíble Softy!! O como lo conocen en su casa, el Suave…. Siempre que lo veo se arrodilla ante mí para rogarme que le presente a unas amigas mías que son gemelas. Dice que le encantan, pero eso la verdad me freakea. Por que siempre terminando de rogar se para y se pone a bailar. Es allí cuando lo pierdo y no me lo topo hasta el final de la fiesta.
(Volviendo a lo de la galería.)
No se cual de las dos fue con la que hablé pero era bastante amable. Le pedí la tarjeta que buscaba y se tardó media hora solo para decirme que no lo tenía. No estuvo tan mal… Mientras esperaba vi unos cuadros que tenían en la pared y observé la increíble casa en la que estaba.
De nuevo salí por una puerta dejando atrás una conversación insignificante o un simple gesto. Muy cerca estaba aquel bar undergound así que faltaba poco por llegar a donde seguramente iría a encontrar la película con la que me ganaría un beso por cumplir mi promesa de conseguir la película.
Pero eso no sucedió. Esperé un par de minutos a que llegaran dos cuates, estos sí, bien “rudotes” encargados del bar. Cuando llegaron, vi como de lejos me veían perplejos.
Una vez junto a mí les dije:
“Ustedes son de aquí?” a lo que respondieron con: “ Pues sí… Y tu quién eres?”
Les expliqué brevemente mi situación y me hicieron pasar a la casa. Esperé unos 10 minutos mientras uno de ellos ponía música metalero y el otro buscaba el famoso video.
Una vez más no lo había conseguido… Me explicaron como llegar a un lugar en donde sin duda la tendrían pero a ese punto de mi día el hambre ya me estaba empezando a cantar y el calor me había cansado demasiado. Deserté a mi expedición y me dirigí hacia casa.
No creo haber fracasado, simplemente es muy difícil encontrar es película. Me dijeron que la venden en Blockbuster de Cuernavaca y Veracruz. Ingenuamente creí que eran calles de la Condesa o de la Roma. Pero no… Se referían a las ciudades…
Qué caray verdad?
De regreso compré unas habas enchiladas en el puesto de productos oaxaqueños de la esquina y le di un gran trago a mi botella de agua. En un día de calor desértico en la ciudad de la euforia, un trago de agua puede animar màs que completar una expedición….
En fin... Eso creo que yo….