La extraño. El domingo estuve con ella y me alegró verla. Entró por la puerta con una gorra hip hopera, rayada en blanco y negro. De lo que me dijeron fue el cumpleaños de la Reina de Inglaterra y todas las mujeres se pusieron sus mejores sombreros en honor a ella. Claro, ella no podía usar un sombrero grande y redondo, y de colores decentes. Me contó que lo que ella usó lo había comprado en un garage sale en C.C. (no nombraré aquel lugar). Mientras yo me secaba el cabello, ella, sentada en el sofá grande, sacaba joyería de su bolsa mientras me platicaba de sus aventuras en C.C. Cada vez que hace eso me molesto un poco. Conozco la vida de miles de personas cuyas fotografías no puedo encontrar en mi cabeza. Me sé sus pasatiempos, sus comentarios, quién se ha muerto y quién no, quién tiene un hijo inválido y quién tiene un hijo que vive en Nueva York y es un gran empresario. En fin todo esto me lo cuenta; pero yo no logro ver a estos protagonistas en mis recuerdos. Aquel día solo la escuchaba y le decía cosas como “aha..”, “Oh! Really”, “Can I see your hat?”, “hahaha…”, me reía. Al probarme su gorra hip hopera le di un beso en la frente, pues el hecho de prestarme algo es su forma de decirme que deep inside me quiere. Lo mismo pasa cuando te regala unos aretes o te da una lanita en la semana: “Spend it wisely…” siempre dice eso.
Unas horas antes, cuando acababa de llegar, se acostó en el sofá grande y se quedó dormida. La boca abierta, su cabello güero y lacio que se derretía entre los cojines rojos, me hacía recordar que hace 60 años fue una de las mujeres más bellas de México.
J…. Banana o la gringa guapa…. le decían todos sus pretendientes y colegas de los cócteles más finos de la ciudad.
No me ocupé de ella por mucho rato. Solo escuchaba que decía cosas pero no ponía atención, y solo me reía o decía “aha…”.
Justo antes de cerrar la puerta me di cuenta de que no le había dicho adiós. Aventé la puerta que dio un golpe a la pared blanca y la dejó marcada, y corrí a darle un beso en la mejilla izquierda. “Oh! You’re a doll…. Have a nice one …”.
Mientras yo caminaba en dirección hacia la puerta me volteé y vi como me veía con ojos tristes, pues se quedaría sola toda la tarde de un domingo nublado…
La extraño...
No se asusten con lo que leen...
Bienvenidos muchachos y muchachas!!
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1 comentario:
wow gringa, que bonito relato. tengo que conocer esa gorra hip hopera.
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