ला ciudad es gris.

Está lloviendo perros y gatos!!!
A través de las cortinas translucidas puedo ver como caen gotas gigantes de agua, al piso. Bueno en realidad no veo cuando tocan el piso, por que estoy en mi departamento, pero me lo imagino. Escucho como truenan las nubes; y el cielo es gris.
{Ssssshhhhhhh} Eso se escucha desde la calle. Los carros pasan y sus llantas disparan agua como cuando riegas un jardín y presionas la manguera para que el agua salga disparada.
Empiezan las lluvias. Eso significa que ya viene mi cumpleaños. No ha habido año en que no llueva en mi cumpleaños.

“Y--- salgan con un paraguas!!! Las lluvias serán fuertes!!”
“Si Carlos…. Como pueden ver en la pantalla, hoy será un día lluvioso!”
“Take a paraguas Denise!! It`s gonna rain!!!”
“And the weather for today?? Rain!!!!!”

24 de Junio es el día de la lluvia…

He estado esperando este día desde hace mucho tiempo. Con el calor infernal de Marzo y Abril, ya era justo que llegaran las aguas…
Ah! Y aguas con la lluvia!! Salgan con paraguas!!

Como he dicho antes, estoy frente a la ventana viendo la lluvia caer. Es un domingo de finales de Abril, y un perfecto día para ver una buena película y tomarse un té o un café entre las cobijas y las almohadas.
Yo?... No! Yo no estoy en esas. Más bien, estoy sola, mugrienta, pues no me he bañado, y esperando a que den las 6 para irme con él….
En 5 minutos me meteré a bañar, con agua muy caliente y el rico olor a jabón y shampoo. Ella se acaba de ir al sur. Comí con ella, y eso me dio gusto por que hace tiempo que no nos veíamos. Cuando llegó, a eso de las 2 de la tarde, me dijo que se sentía mal.
“Traigo una cruda terrible!! Y para colmo?? Tuve que trabajar hoy, y aparte me peleé con él allá en Cuernavaca!!!”
Me dijo que tenía hambre así que la lleve al mercadito y compramos unos vegetales y por supuesto, 2 cervezas Indio para bajar la cruda!! Una para ella y la otra para mí! Yo no estoy cruda pero siempre es agradable tomarse una chela mientras platicas con alguien que quieres.
Hace tanto que no platicábamos… Nos pusimos al corriente de todas nuestras aventuras. Pronto viene su cumpleaños también. Una y justo después la otra.
Después ella se acostó atrás de mí, ya que la cama da los pies a la computadora, y se quedó dormida mientras yo respondía algunos mails.
Se acaba de ir y ya la extraño. Pasaran otras largas semanas hasta que algo así pase de nuevo.
Pero por el momento no puedo hacer nada más que meterme a bañar y esperar a que llegue él.
Termino de escribir ahora!! Si se llegara a ir la luz por la lluvia todo esto desaparecería…

No es importante. Solo no quiero olvidar.

Hay veces que tengo que escribir las cosas para que no se me olviden. Son tan insignificativas que no tardan en desaparecer de mi mente. Por eso acabo de prender la computadora solo para escribir lo que me contó hace una hora. No quiero olvidarlo, pues se veía tan contenta que eso me puso de buenas en una mañana nublada y fresca en la ciudad de la euforia. Lo escribo de una vez para que quede registrado.

-Hoy me desperté por el sonido de su voz.
Mientras yo dormía y seguía entre la oscuridad de mi sueño ella me platicaba que ayer había ido con otros 50 ciclistas más, a defender sus derechos como tal.
Su ruta? Todo Reforma hasta llegar al zócalo de la ciudad.
Yo, medio dormida, y con la cara entre las dos almohadas, le decía: “Vándala… vándala…”. Ella solo se reía, pues no tenía nada que ver con lo que hizo.
Me contó que uno de ellos sufrió un accidente.
“Los taxistas son los más animales sabes? Se nos avientan cuando nos ven…”
Dice que eran tantos, que llegó una patrulla y el taxista le pagó al ciclistas accidentado, por la reparación de su bicicleta.
“Cuando íbamos llegando al centro pasamos por los desnudos de Reforma!! This time they had torches!! Ellos nos apoyaban a nosotros así que nosotros hicimos lo mismo! Gritaban eeeeeeeehhhhh! y nostros ehhhhhhh! Estuvo increíble!!”
Estaba contenta.-

Ya no está en casa. Salió por el día. Espero que regrese al rato para que me lo vuelva a contar. No lo quiero olvidar.
No sé por que me presiono tanto por no olvidarlo si no es tan importante.

Cruzando el desierto en busqueda de algo...

Estuve caminando por dos colonias de la ciudad: la roma y la condesa. Caminé a paso rápido, pues mi tarea era buscar una película para alguien que le urgía conseguirla. Así que me dirigí hacia los diferentes cineclubs que conozco de la zona. El primero que sorprendí fue el famosísimo y único Blockbuster de Álvaro Obregón y Monterrey. Aunque soy miembro de este, no suelo rentar películas allí, pues su variedad no es nada amplia y sus gustos no son de mi agrado… En fin, no voy a decir más pues seguramente a mis vecinos les encanta el Blockbuster más cercano a nuestra casa.
Sin embargo dije, antes de encaminarme hacia Insurgentes: “Let´s give it a try!... Está de paso… Y por ahí me doy un taco de ojo en el restó de la esquina, El Delirio.”
No como carne ni pollo pero siempre es un placer ver como rebanan los quesos y sirven grandes copas de vino a la clientela que se sienta afuera para comer por ahi de las 2 de la tarde.
Al llegar a mi primer destino empujé una puerta dura de cristal que al abrir completamente hizo sonar una campanita e inmediatamente los que trabajaban allí me dijeron: “Bienvenida a Blochbuster!!!”… Caray hasta el poli lo dijo. Debo admitir que si me reí y les sonreí para que supieran que fue una gran sorpresa. Que excelente personal tienen allí! Los felicito! Me sentí como cuando regresas de un largo viaje y al abrir la puerta de tu casa te topas con tu abuela, sentada en el sillón grande, con una copita en la mano y las dulces palabras “Welcome back dear…”.
Para no alargar esto, pues no, no tenían la película que estaba buscando. Seguí caminando en dirección Condesa para ir al cineclub en el cual sí rento películas. Mi paso era igual de rápido. Con la música mi cuerpo se sentía tan ligero, así como cuando estás en el aeropuerto y te subes a las escaleras eléctricas planas. Sí! Esas que no son escaleras pero que todos les llaman así. Son planas y te llevan de un lado a otro en exactamente 5 segundos. Me pregunto si tendrán nombre…?
Una vez que a lo lejos apareció el señalamiento del cineclub, sentí la gloria en mis ojos. (Aún no sé si eso existe o no… pero eso siento cuando estoy caminando bajo el sol que arde, en una ciudad de euforia, y a lo lejos veo mi destino. Sea este mi casa, el restó al que debo ir, o simplemente cuando quedo de ver a alguien en algún punto de la ciudad.).
Muy segura, subí los 4 escalones y me postré enfrente del chico “rudote” que te dice tu saldo de rentas.
“Hola! Tienes S….?”
Moviendo la cabeza de lado a lado entendí que no! No la tenían allí! Tanto caminar en el desierto de la ciudad para nada!
“Qué caray verdad??” le dije. Y él solo bajó la mirada y siguió viendo la pantalla de su lap top. Apuesto a que estaba viendo su myspace mientras conversaba con sus cuates por el Messenger. Podríamos ser amigos… Se lo propondré la próxima vez que vaya… (Qué caray verdad?)
En fin….
Ya que estaba allí decidí que una buena película no me caería nada mal para esta tarde calurosa. Entre tantas películas me dirigí al puesto de Jean Luc Godard y renté Une femme est une femme…
Cuando volví a la caja con aquel chico “rudote”, me dijo:
“Creo que la puedes encontrar con unos cuates que tienen un bar sobre monterrey… Se llama El Under… Esa peli, (nótese su forma de decir película….. He mencionado que era un chico “rudote”???), la pasaron allí hace unos días y tal vez te la pueden prestar.”
Salí corriendo hacia Monterrey en busca de aquel bar de tres pisos, en una casa blanca y vieja de la colonia Roma. En el camino me paré en una galería de unas hermanas gemelas y ARTISTAS!!! Qué caray verdad? Mencioné que son españolas??
Gran paquete aquel: 4 cualidades por el precio de 2….
Galerìa Pecanins! Asì se llama. Y las hermanas también. Al contar esto me acuerdo del amigo de Julio, el fantástico e increíble Softy!! O como lo conocen en su casa, el Suave…. Siempre que lo veo se arrodilla ante mí para rogarme que le presente a unas amigas mías que son gemelas. Dice que le encantan, pero eso la verdad me freakea. Por que siempre terminando de rogar se para y se pone a bailar. Es allí cuando lo pierdo y no me lo topo hasta el final de la fiesta.
(Volviendo a lo de la galería.)
No se cual de las dos fue con la que hablé pero era bastante amable. Le pedí la tarjeta que buscaba y se tardó media hora solo para decirme que no lo tenía. No estuvo tan mal… Mientras esperaba vi unos cuadros que tenían en la pared y observé la increíble casa en la que estaba.
De nuevo salí por una puerta dejando atrás una conversación insignificante o un simple gesto. Muy cerca estaba aquel bar undergound así que faltaba poco por llegar a donde seguramente iría a encontrar la película con la que me ganaría un beso por cumplir mi promesa de conseguir la película.
Pero eso no sucedió. Esperé un par de minutos a que llegaran dos cuates, estos sí, bien “rudotes” encargados del bar. Cuando llegaron, vi como de lejos me veían perplejos.
Una vez junto a mí les dije:
“Ustedes son de aquí?” a lo que respondieron con: “ Pues sí… Y tu quién eres?”
Les expliqué brevemente mi situación y me hicieron pasar a la casa. Esperé unos 10 minutos mientras uno de ellos ponía música metalero y el otro buscaba el famoso video.
Una vez más no lo había conseguido… Me explicaron como llegar a un lugar en donde sin duda la tendrían pero a ese punto de mi día el hambre ya me estaba empezando a cantar y el calor me había cansado demasiado. Deserté a mi expedición y me dirigí hacia casa.
No creo haber fracasado, simplemente es muy difícil encontrar es película. Me dijeron que la venden en Blockbuster de Cuernavaca y Veracruz. Ingenuamente creí que eran calles de la Condesa o de la Roma. Pero no… Se referían a las ciudades…
Qué caray verdad?
De regreso compré unas habas enchiladas en el puesto de productos oaxaqueños de la esquina y le di un gran trago a mi botella de agua. En un día de calor desértico en la ciudad de la euforia, un trago de agua puede animar màs que completar una expedición….
En fin... Eso creo que yo….

Hip y hop: J..... Banana

La extraño. El domingo estuve con ella y me alegró verla. Entró por la puerta con una gorra hip hopera, rayada en blanco y negro. De lo que me dijeron fue el cumpleaños de la Reina de Inglaterra y todas las mujeres se pusieron sus mejores sombreros en honor a ella. Claro, ella no podía usar un sombrero grande y redondo, y de colores decentes. Me contó que lo que ella usó lo había comprado en un garage sale en C.C. (no nombraré aquel lugar). Mientras yo me secaba el cabello, ella, sentada en el sofá grande, sacaba joyería de su bolsa mientras me platicaba de sus aventuras en C.C. Cada vez que hace eso me molesto un poco. Conozco la vida de miles de personas cuyas fotografías no puedo encontrar en mi cabeza. Me sé sus pasatiempos, sus comentarios, quién se ha muerto y quién no, quién tiene un hijo inválido y quién tiene un hijo que vive en Nueva York y es un gran empresario. En fin todo esto me lo cuenta; pero yo no logro ver a estos protagonistas en mis recuerdos. Aquel día solo la escuchaba y le decía cosas como “aha..”, “Oh! Really”, “Can I see your hat?”, “hahaha…”, me reía. Al probarme su gorra hip hopera le di un beso en la frente, pues el hecho de prestarme algo es su forma de decirme que deep inside me quiere. Lo mismo pasa cuando te regala unos aretes o te da una lanita en la semana: “Spend it wisely…” siempre dice eso.
Unas horas antes, cuando acababa de llegar, se acostó en el sofá grande y se quedó dormida. La boca abierta, su cabello güero y lacio que se derretía entre los cojines rojos, me hacía recordar que hace 60 años fue una de las mujeres más bellas de México.
J…. Banana o la gringa guapa…. le decían todos sus pretendientes y colegas de los cócteles más finos de la ciudad.
No me ocupé de ella por mucho rato. Solo escuchaba que decía cosas pero no ponía atención, y solo me reía o decía “aha…”.
Justo antes de cerrar la puerta me di cuenta de que no le había dicho adiós. Aventé la puerta que dio un golpe a la pared blanca y la dejó marcada, y corrí a darle un beso en la mejilla izquierda. “Oh! You’re a doll…. Have a nice one …”.
Mientras yo caminaba en dirección hacia la puerta me volteé y vi como me veía con ojos tristes, pues se quedaría sola toda la tarde de un domingo nublado…
La extraño...

Me comeré un mazapán...

Llevo tratando de escribir algo desde hace media hora… pero con tantas cosas que pasan a mi alrededor no lo logro. No me estoy frustrando… De hecho lo estoy tomando con mucha calma, pues mañana o pasado podré sentarme frente a la computadora, totalmente sola, sin nadie a mi alrededor que esté contando historias ni cantando cosas como “mil campanas suenan en mi corazón”.
He decidido…
Volveré a empezar!
¿En dónde me quedé?
Ya me perdí.
Solo sé que era su cumpleaños y que le hablé ya tarde para felicitarlo…
Y ahorita acaba de llegar el otro. Lo he extrañado bastante! Me di cuenta de eso cuando lo abracé fuertemente y sentí su suave barriga frotando mis cachetes. Los dos son grandes personas.
Escucho sonidos a lo lejos. Y por más que trato de concentrarme en escribir no puedo dejar de cantar lo mismo: una melodía suave y nostálgica.
Hoy me di cuenta de que pienso mucho. Todo el tiempo pienso y pienso y pienso. Nunca paro. Y por eso me cuesta tanto concentrarme en las cosas. En este momento se me olvidó lo que estaba diciendo. Qué terrible. Creo que estoy muy cansada. Sí, tal vez es eso. Estoy muy cansada.
Ayer me quedé dormida en el sillón con él hasta las 5 de la mañana mientras que los demás hacían sus cosas. Creo que roncó, y yo simplemente me moría de frío con el aire acondicionado.
Tengo hambre… Eso también es. Pienso demasiado. Pienso todo el tiempo. Quiero dejar de pensar por un segundo. Dejaré de escribir y me acostaré por 5 minutos en el sillón blanco que está detrás de mí.
Eso es. Descansaré un poco.

Piña colada

"Everything changes.." y suspiró.
Tomó dos paquetes de galletas saladas y las guardó en su bolsillo izquierdo.
"I don´t know why I opened the popote. I never use it." Siguió comiendo la sopa que le había traido esa señorita que se presentó como Norma y que me sonrió con la más vulgar sonrisa que jamás haya visto.
Debajo de la mesa guardaba las distintas cosas que tomaba de la mesa: galletas, pan, los famosísimos paquetitos de mantequilla insípida, limones... sin embargo siempre dedicada a su platillo.
Para mí era extraño tener una comida así en un domingo cualquiera, pues normalmente comiamos todos juntos al rededor de la mesa, pasando los bols con ensalada y verduras y haciendo ruido con los tenedores y cuchillos que se claqueaban entre ellos creando toda una sinfonía metalera. Así le llamo yo.
Este domingo era distinto. Eramos ella y yo... y las simples palabras que soltábamos de vez en cuando: al final del trago de naranjada o una vez masticada la ensalada.
Su plática era extraña para mí; no suelo hablar mucho con ella, a menos de que sean historias de cuando llegó a México.
Decidimos tomar un helado: yo de chocolate y ella de vainilla.
Se puso los lentes para poder contemplar el menú de las sugerencias del mes.
"Maybe I'll come back on tuesday... with Guille... They have wonderful platillos...".
Anillos grandes y collares que la hacen ver como toda una señora con clase. Sin embargo siempre carga con la canasta de mercado roja que compró hace ya 6 años: su fiel compañera de viaje.
Ahora recuerdo cuando viajábamos a Taxco. Todos llevábamos maletas grandes, repletas como para un mes, cuando solo íbamos de viernes a domingo. Y ella? Ella viaja light. En su bolsa de mano negra metía pasta de dientes, cepillo, peine, spray, y su pijama verde aqua.
Con mi helado venian dos finas galletas Macma o como se llamen, pero decidí no comer ninguna. Ella mientras probava su helado poco a poco. Sus dientes son débiles después de aquel accidente que tuvo justo antes de que mi mamá se volviera a casar. Qué tragedia! La recuerdo como si fuera ayer. Ella lloraba; no por ella sino por sus anillos y collares que se habían robado. Gran herencia que me hubiera dejado... pero todo se perdió.
Una vez en el auto ella se agachaba cada vez que pasabamos cerca de una patrulla. Dice que por ser gringa la gente le quiere hacer mal...
Yo no lo creo. Más bien se voltean por su apariencia. Aunque sea vieja siempre se ve perfecta! Iré a ver la foto que está en la sala. Sale hermosa. Y en sus brazos estoy yo. Las dos, metidas en una alberca de Taxco, brillamos por el sol que se mezcla con el color de nuestro cabello.